No es nada nuevo… Nos sucede a todos… Cada vez que nos planteamos llevar a cabo algún tipo de tratamiento de salud o belleza, surgen ciertos temores o inquietudes acerca de los posibles riesgos que puedan entrañar los tratamientos en cuestión. En este artículo, vamos a abordar uno de los más populares de la actualidad: la cavitación y sus efectos secundarios.
Todos sabemos que la cavitación es, hoy día, uno de los tratamientos más eficaces y solicitados para adelgazar, eliminar la grasa y acabar con la antiestética celulitis. Se trata de un procedimiento no invasivo e indoloro que, en términos generales, resulta completamente seguro para los pacientes. Pero ¿seguro que no existen riesgos en la cavitación?
Cavitación: riesgos
Podemos estar tranquilos porque, a pesar de lo que diga este encabezado, y como ya hemos dicho antes, la cavitación es un tratamiento muy seguro. Eso sí, hay que matizar que solo será 100% seguro si lo lleva a cabo un personal profesional cualificado y si se utilizan aparatos de calidad. Por tanto, tenemos que rtener presente que los posibles peligros de la cavitación vendrán principalmente por una mala praxis, ya sea por culpa de la inexperiencia de quien lo realiza o por la baja calidad de los equipos y aparatos empleados (mucho cuidado si utilizamos aparatos de cavitación domésticos).
Por esta razón, nuestro más sincero consejo sobre este tema es que evites a toda costa aquellos tratamientos de cavitación que te resulten sospechosamente baratos (ya que es muy posible que sus bajos precios se deban al uso de equipos de calidad mediocre), así como aquellos centros estéticos que no te parezcan muy fiables o de los que no tengas referencias de otros usuarios.
Cavitación: efectos secundarios
Dicho lo anterior, si apreciamos efectos secundarios de los tratamientos de cavitación, probablmente se deba a que no se han utilizado máquinas de cavitación de calidad (ya sean domésticas o profesionales) o a la falta de experiencia y destreza de quienen han llevado a cabo el tratamiento.
A continuación, queremos repasar contigo algunos posibles efectos secundarios de la cavitación con los que podrías encontrarte de no contar con el equipo adecuado o de no realizar el tratamiento como es debido por culpa de la poca experiencia de los profesionales:
- Enrojecimiento de la piel (eritema): no suele ser habitual, pero puede darse en aquellos pacientes con pieles muy sensibles, debido a las temperaturas que alcanza el cabezal de la máquina de cavitación por culpa de los ultrasonidos. No es algo preocupante, ya que el enrojecimiento debería desaparecer en tan solo unas horas y sin dejar secuelas.
- Hematomas: ocasionalmente, podemos comprobar cómo el tratamiento de cavitación nos produce pequeños hematomas e hinchazones en las zonas tratadas. Por norma general, deberían desaparecer en poco tiempo.
- Quemaduras: si el equipo de cavitación se encuentra en mal estado o la persona que llevaa cabo el tratamiento no goza de la experiencia adecuada, el paciente puede llegar a sufrir quemaduras leves en su piel.
- Acumulaciones de grasa remanentes: pueden ocasionarse si el profesional dedicado a realizar el tratamiento no efectúa correctamente el drenaje linfático (ya sea mediante masajes manuales o presoterapia) en las zonas tratadas.
Como has podido comprobar, no son muchos los efectos secundarios de las terapias de cavitación, y todos ellos son de consideración leve, por lo que no habría que preocuparse en exceso. Bastará solo con asegurarse de acudir a centros especializados fiables, para ser tratados por profesionales experimentados y equipos de buena calidad.
¿Cuándo no es recomendable la cavitación?
Aunque hayamos dicho que los efectos secundarios son pocos y de consideración leve, no hay que tomarse la cavitación (ni ningún otro tratamiento estético similar) a la ligera. Y es que existen ciertas variables que sí pueden suponer un grave riesgo para nuestra salud. Es importante conocer las contraindicaciones de la cavitación, para evitar problemas más serios. Estas serían las más relevantes:
- Cáncer.
- Enfermedades autoinmunes de gravedad.
- Uso de marcapasos.
- Llevar prótesis de metal.
- Colesteronemia.
- Enfermedades de la piel en la zona a tratar.
- Problemas en el oído.
- Epilepsia.
- Durante el embarazo.
- En el proceso de lactancia.
- Enfermedades cardíacas.
- Patologías hepáticas y renales.
- Hipercolesterolemia.
- Hipertrigliceridemia.
Si sufres alguna de estas patologías, será de vital importancia que se lo comuniques al especialista que te va a tratar. Es información que nunca debes ocualtar a los profesionales. De hecho, deberían ser ellos mismos los que te preguntaran por este tipo de dolencias antes del tratamiento, mediante algún tipo de formulario.
En cualquier caso, volvemos a incidir en la importancia de consultar con nuestro médico la posibilidad de someternos a una terapia de cavitación, para que sea él quien valore nuestra situación y nos aconseje al respecto.
Igualmente, padezcas o no alguna de esas enfermedades, conviene tener mucho cuidado al tratar mediante cavitación algunas partes del cuerpo que son más sensibles, como cualquier zona próxima a órganos vitales, cerca de la tiroides, de los ovarios ,etc.
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