Si estás pensando en comprar un equipo de presoterapia, lo primero que debes tener claro es qué tipo de presoterapia necesitas, y qué máquinas son las más adecuadas para ello. Antes de nada, la diferenciación más básica y elemental es la que haríamos entre máquinas de presoterapia profesionales y equipos de presoterapia para casa, de uso doméstico. Unos y otros son, como comprenderás, muy diferentes, y su coste también es muy distante.
Pero hay otro sesgo que también resulta bastante obvio a la hora de conocer los diferentes tipos de máquinas de presoterapia, que es el que vamos a proponerte aquí, para facilitarte el acceso a cada contenido. Podemos dividir los equipos de presoterapia en varios grupos, en función de su uso (portátil, doméstico, profesional) o de la parte del cuerpo donde se enfoca su tratamiento.
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Tipos de máquinas de presoterapia según su uso
Cuando vayas a comprar una máquina de presoterapia, vas a encontrar con una variedad muy grande. En función de tu presupuesto, empezarás por marcar un límite entre equipos de presoterapia asequibles para tu bolsillo, y los que no lo son. Obviamente, si eres profesional y lo que estás buscando es un tipo de máquina de presoterapia para tu clínica, el planteamiento económico lo vas a hacer desde una óptica muy distinta, en base al plan de inversión de tu negocio.
Y es que, como decíamos, si nos fijamos en la capacidad, en la calidad de los materiales, y en la funcionalidad de cada equipo, vamos a poder diferenciar siempre entre máquinas de presoterapia profesionales y domésticas.
Los equipos de presoterapia profesionales no sólo es que sean más potentes y que estén más preparados para realizar terapias específicas, personalizar programas para tipos de pacientes, etc.; sino que, por encima de todo (pues en muchos casos algunos tipos de máquinas de presoterapia domésticas alcanzan cotas de calidad y potencia que sorprenden), son aparatos preparados para aguantar en sesiones intensivas, durante todo el día, una jornada tras otra.
Pero, independientemente del nivel de rendimiento para el que hayan sido concebidos desde su diseño, hasta la fabricación, los distintos tipos de equipos de presoterapia que vas a ver en el mercado se pueden dividir también entre portátiles y fijos, de mesa, o también llamados 3 en 1. En principio, todos los equipos para casa son portátiles, y los fijos o de consola son profesionales, pero no siempre es así, por eso hemos creído conveniente hacer también esta diferenciación. Por eso, y porque sabemos que sois muchos los que los buscáis así, de esta manera.
Tipos de máquinas de presoterapia según la zona de tratamiento
Una vez que tenemos clara la existencia de tipos de máquinas de presoterapia profesionales y domésticas como primera característica clave (con su clara incidencia en el coste), debemos saber también que muchos fabricantes orientan sus equipos de forma exclusiva para ser usados en determinadas partes del cuerpo.
Normalmente, si una máquina de presoterapia está preparada para insuflar aire a unos manguitos o a unos pantalones, lo debe estar también para trabajar con otras zonas del cuerpo, como las abdominales, las nalgas, etc. En la mayoría de los casos, por tanto, no existen tipos de máquinas de presoterapia para piernas o para brazos, sino equipos que incluyen entre sus complementos las prendas necesarias para trabajar con unas u otras zonas de nuestro cuerpo.
La inmensa mayoría de las máquinas de presoterapia profesionales son equipos completos que realizan tratamientos de presoterapia integrales en todo el cuerpo. No tendría sentido comprar un equipo de nivel, para ceñirse sólo a un área. No obstante, en cualquier caso, siempre vamos a poder comprar accesorios extra para nuestro equipo de presoterapia, que nos permitan ampliar su uso de piernas, a piernas y brazos, o a piernas, brazos, y abdomen, etc. Otra cosa es que la máquina esté preparada mecánicamente para operar de forma simultánea en todas las áreas.
Eso sí, destinados para el ámbito doméstico, existen algunos tipos de equipos de presoterapia específicos y localizados en una zona concreta. Los más comunes son los que hemos analizado, y a cuyas páginas puedes acceder desde aquí: los ojos, las abdominales, los brazos, las piernas y los pies.