Cavitación o Láser Lipolítico

Todos soñamos con tener un cuerpo bonito y una figura bien moldeada. Y ahora, gracias a los numerosos tratamientos de belleza disponibles en los centros estéticos, cada vez estamos más cerca de ver dicho sueño cumplido. Dos de las terapias de belleza más populares en estos momentos son la cavitación y el láser lipolítico que, como si dos equipos de fútbol rivales se tratara, cuentan con auténticas legiones de seguidores y de detractores. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cuál es mejor, la cavitación o el láser lipolítico?

En este artículo, hablaremos de ambos tratamientos, para que todos sepamos en qué consisten y podamos decidir por cuál de ellos optar si tuviéramos que hacer una comparación entre cavitación y láser lipolítico.

Cavitación vs láser lipolítico: ¿Cuál es mejor?

Nos encontramos ante dos de los tratamientos estéticos más solicitados en los centros de belleza. Los dos sirven para eliminar la grasa localizada de nuestro cuerpo y para estilizar nuestra silueta. Pero ¿cuál es más recomendable, la cavitación o el láser lipolítico? Conozcamos un poco más en profundidad en qué consistes ambas terapies estéticas antes de dictaminar nuestro veredicto:

  • Comenzamos con la cavitación. ¿Qué es y en qué consiste? A grandes rasgos, podríamos decir que se trata de una técnica de emisión de ultrasonidos dirigidos a partes concretas de nuestra anatomía (como muslos, brazos, glúteos o abdomen) que gerneran unas micro vibraciones que descomponen las células de grasa.

    Las ventajas de la cavitación son sus buenos resultados, que se trata de una terapia completamente indolora y que podemos hacerla incluso en nuestro domicilio, gracias la comercialización de máquinas de cavitación en casa.

    Como desventajas, podríamos señalar que este tratamiento requiere que el paciente tome mucha agua y haga ejercicio de manera habitual para obtener los mejores resultados, ya que, de lo contrario, podríamos experimentar una especie de efecto rebote.
  • Por su parte, el láser lipolítico también es una técnica que se utiliza para reducir los niveles de grasa de nuestro cuerpo, pero empleando un procedimiento diferente. En este caso, no consiste endestruir las células de grasa como en la cavitación, sino en vaciar dichas células hasta dejarlas reducidas a la mínima expresión. Para ello, se emplean unos pads con diodos que, por medio de la incidencia de la luz láser, crean una especie de «poros» en las células de grasa, por donde estas se irán vaciando.

    ¿Qué ventajas tiene el láser lipolítico? Pues que también es un tratamiento sin efectos secundarios, que también consigue muy buenos resultados y que, además, el láser actúa como analgésico, por lo que se convierte en una terapia prácticamente indolora.

    ¿Y sus desventajas? Pues que, al ser un tipo de tratamiento más sofisticado por el uso de diodos de luz láser, puede ser llegar a ser más costoso y más difícil de poder realizarse en casa.

¿Qué conclusiones sacamos de todo esto? Pues, básicamente, que no debemos complicarnos demasiado la existencia a la hora de valorar si la cavitación es mejor que el láser lipolítico o viceversa, ya que ambos son prácticamente iguales en términos de efectividad. Nuestra decisión debería obedecer a la disponibilidad de uno u otro en nuestro centro de belleza de confianza o a si estamos valorando adquirir el equipo correspondiente para realizar el tratamiento escogido en casa.

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